Una cosa es pasar por un lugar saturado de mensajes y llegar a llamar nuestra atención. Ello parece implicar que hay un mensaje adecuado para un determinado cliente.
Sin embargo si algo ha venido a complicar la cuestión, es la saturación de propuestas a las que se ve sometido el usuario, que va por la vía inversa: evitar caer en la tentación de los mensajes, por lo que la originalidad pasa a ser un tema de conversación y el producto queda olvidado o en segundo plano.
Esto deja a las estrategias de posicionamiento en buscadores como el principal método para convertir usuarios en clientes, sin embargo, el método con el que se consigue que los usuarios ingresen a los buscadores a realizar esa búsqueda es en parte necesidad, en parte curiosidad y mucho de tendencias, las cuales se aportan en abundancia desde las redes sociales, y es en ese sentido que las redes sociales tienen mejor oportunidad: son buenas en comunicación de tendencias.
Nuevos fenómenos vienen a aportar nuevas estructuras de trasmisión de mensajes: los dispositivos y el uso simultáneo, los usuarios suelen tener varias pantallas conviviendo con sus actividades habituales, si antes había un tv, ahora convive con notebooks, celulares, tableta, a la vez, sobre todo los adolescentes, un target interesante para las empresas, cuya atención parece difícil de establecer en un solo dispositivo.
Por ello se habla de un marketing cross-screem, un marketing preparado para pantallas diferentes e incluso para usos diferentes, juegos, series, películas, en la que el potencial del dispositivo es diferente, no sólo en tamaño, sino en la calidad de uso de técnicas como el tacto, la resolución y una medida que ya los buscadores vienen detectando: el tiempo en que el usuario permanece en cada medio y en aquello que está observando en la pantalla.
No es una actividad muy diferente de la vieja disposición entre pancarta que cruza la calle, cartel en veredas, en paradas y en los costados de los edificios, pero sí más compleja en calidad, ideas, diseño y sobre todo: en la habilidad de concitar la atención de un usuario cada vez más entrenado en eludir la publicidad.
Otro de los problemas a sortear, son las intersecciones, allí donde se coloca una publicidad de un producto es el mismo espacio que usa la competencia, lo que es beneficioso para el posicionamiento en buscadores, ya que mejora el ranking de un sitio el que esté ocupando los mismo espacios que otros del mismo tema, lo que deja en competencia la calidad del contenido que a su vez mejore la posibilidad de saltar desde el contenido hacia el sitio. Los que logren más clics por cada visita de un usuario se puede asignar a la calidad del sitio y esa s la determinación que toma Google, en los mismos espacios, los mismos sitios, con sus contenidos cada uno, generará un clic hacia el sitio, el que mayor cantidad de clics logre en las mismas condiciones de competitividad, es que consigue mejorar el posicionamiento.
Esta última cualidad es la que cortado la relación entre redes sociales y Google, el que más carisma y seguidores tiene para realizar el clic, distorsionaba el objetivo, que es conseguir clics válidos, reales, que tengan la oportunidad de convertir usuarios en clientes.
Los diferentes medio cuentan con un importante indicador: la edad de los usuarios, se puede comprobar que las preferencias en dispositivos y aplicaciones que usan orientan sobre la edad de los usuarios, lo que permite acomodar el mensaje o la convocatoria del clic con mejor oportunidad.