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Desempleo equivale a oportunidad de entrepeneur

11/29/2014

Internet ofrece oportunidades sin tener en cuenta el género, la edad, la condición

Imaginación, ganas y disposición para aprender son condiciones que pueden terminar en un interesante negocio en Internet

En Argentina la tendencia es que cuando una empresa se deshace de personal, suele ser del más antiguo, mientras los jóvenes tienen preeminencia a la hora de conseguir empleo, la edad, el sexo, la presencia, siguen siendo factores discriminatorios que no les permite la reinserción laboral.

Hay en ese movimiento un gesto de retroceso y la vez de avance, los empleados, profesionales en muchos casos, que se encuentran en esta situación piensa en la empresa propia, en muchos casos comienza un camino de competencia con aquella personas que los echó.

Hay un prejuicio en el sentido que cuando una empresa se deshace de alguien con experiencia, en realidad no la tiene, cuando en la realidad hay encuestas que demuestran lo contrario, la situación de las empresas es que no cuentan con un proceso de autocrítica, los empleados desmotivados, sin incentivos o respeto por lo que aportan a las empresas son los motivos usuales por lo que no “rinde”, como la empresa espera.

En Argentina es histórico que las empresas están en estado permanente con planes de despedir personal, sobre todo cuando hay negocios que se pueden mudar a los medios virtuales, donde los conocimientos son otros, y también las estrategias.

Mientras el empleado apartado busca lo mismo, probablemente con menos capital, pero con un conocimiento y potencialidad que el empleador probablemente no ha podido capitalizar, desentendiéndose de ser la causa de ese efecto.

No existen políticas de incentivo, y el dicho es que todos en Argentina quieren ser independientes, no hay políticas para la lealtad y protección del puesto de trabajo de ambos lados.

Es bastante común que las personas que han sido despedidas y deciden armar su propia empresa repitan los patrones que aprendió, y trata a los subalternos del mismo modo, repitiendo el modelo como si fuera un método.

Los que se animan, buscan socios, no empleados, el escenario virtual, además ofrece oportunidades, para nuevas formas de plantear negocios.

Las señales de que tal o cual negocio puede interesar, repuntar, o cualquier análisis se obtienen en internet, antes eran datos puntuales, secretos de cada empresa, ahora, son públicos, para quien los sepa obtener.

Cualquiera, en cualquier parte del mundo puede encontrar una persona, aún sin conocerla, que sepa realizar una investigación sobre el estado de la empresa en referencia a sus clientes.

Con mínimas inversiones, imaginación y datos, se puede llevar adelante un plan de negocios que requiere más de la relación entre los datos y la habilidad para los negocios que del número de empleados.

Los mismos negocios en internet, los sistemas de e-commerce, cuentan con muchas ventajas, procedimientos, programas, sistemas, de fácil comprensión que muchos administran con familiares o adolescentes, y ya puede subsanar la economía doméstica.

Un empleado despedido, no está tan desamparado si necesita reinsertarse, internet ofrece muchas alternativas, en la mayoría muy pocos recursos.

Internet es una boca abierta, una maquinaria de generar empleo, donde no hay edad, ni género, ni condición.

Cuando necesita organizar un negocio en Internet, tampoco hay que dejarse engañar, todo tiene su métodos y formas, la publicidad y el marketing, son completamente diferentes a los del mundo real, de manera que si se va a organizar algún tipo de actividad, el peor método es lanzarse y caer en lo que las redes sociales nos incitan: participar sin comprender lo que se hace.

Comprender lo que se hace es tener mediciones y un objetivo, poder medirlo y saber si se está mejorando, contar con las opciones que se requieren y tener bien determinado los pasos a seguir, Internet devora al que se sumerge sin conocimiento, terminará trabajando para el sistema, sin retorno, en vez de que el sistema trabaje para él.

El desempleo, puede ser la oportunidad para empezar a pensar cómo independizarse, cómo utilizar las habilidades adquiridas, reencontrar la inserción de otro modo, un espacio donde no importa la edad, el sexo ni la moda.