Literatura y estado 5/21/2018
Ana Abregú escritora argentina
Literatura, relatos, crítica literaria, literatura latinoamericana

Sin duda los acontecimientos políticos han influido en el arte, en todos los tiempos, la literatura, sobre todo ha sido una flecha que apunta al poder, sobre todo al abuso del poder; no es extrañas que la literatura latinoamericana se alimente de las situaciones de la región, ya que somos países con largos períodos de dictaduras.

El mapa actual, tiene un novedoso giro, estados derecha que suceden a gobiernos populares, está generando un cambio que extrañamente acompaña a Latinoamérica, el voto parece haber dado un giro inusual hacia gobiernos que caen en los mismos actos que gobiernos de dictaduras, pero ahora con el consenso del voto.

Si de algo la historia nos enseña es que una vez que el estado, elegido por el voto, comienza una política que afecta a un país, ya no se vuelve atrás, salir de los procesos que en hunden a un país, se logra con economías asfixiantes difíciles de remontar.

Y cómo han logrado llegar así las cosas, la televisión, el periodismo y el poder de la prensa tiene su parte. Lo que antes lograban con las armas, ahora lo logran con relatos.

Ya no hay discursos que se apoyan en datos o hechos, hay relatos, los mismos que trabaja la literatura, la ficción ha ingresado a la realidad; vivimos una conciencia que ya no distingue entre la realidad y la ficción, lo que generado un conjunto de relaciones entre verdad y mito que tanto aprovecha la literatura, vivimos la era de la posverdad, un discurso construido para apelar a los prejuicio y aprovecharlos para generar sentimientos, más que apego a la realidad.

Los asesores de personajes de los gobiernos se han convertido en escritores de historias cuya verosimilitud no entra en la cuestión, sino que se da por hecho, ya que los medios contribuyen en la afirmación de esos hechos. No hacen falta pruebas, hace falta un grupo de gente que comience a creer, sobre todo si tienen injerencia en los nuevos medios tecnológicos para propagar esos discursos.

La Justicia acompaña el proceso, se da actualmente, muchos casos que sin necesidad de pruebas se llega a la condena, no ya social, sino real;  con la simple convicción sin necesidad de pruebas, por la construcción de discursos propagados por una prensa cómplice, hay condenas sin pruebas.

Esta realidad extraída de la literatura latinoamericana tiene el mismo éxito que en las novelas, los lectores ya no piden pruebas, piden historias, relatos, se solazan en la comprobación de que lo que leyeron se aproxima a la realidad, en vez de ponerla en cuestión.

Asistimos a un giro fantástico, en donde los relatos se van tomando como pruebas de delitos, que a su vez, a la luz de la justicia, son inexistentes.

Esta situación se repite en los países latinoamericanos como un molde que se repite, de alguna manera los medios escritos nos han condicionado para llegar a este punto.

Cada proceso eleccionario se prepara con el objetivo de torcer realidades y las mentiras no se discutes, simplemente se dejan pasar.

Estamos viviendo una realidad ficcional que parece salida de la pluma de alguno de los grandes. Habrá que ver cómo se relata esta nueva realidad, ahora de la mano de la literatura; es como si hubiéramos caído en la mente del personaje de Juan Carlos Onetti, En La vida Breve, cuando la ficción se imbrica en la realidad o viceversa hasta que es imposible detectar cual es cual.

Nos hemos metido en una ficción tal como Onetti ya lo imaginó.

 

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Ana Abregú.

www.metaliteratura.com.ar

Literatura latinoamericana

 

 

literatura literatura latinoamericana Ana Abregú escritoras argentinas
relatos crítica literaria comentario de libros escritoras latinoamericanas